Seguramente a estas alturas todos los que me leen han escuchado hablar de la onda orgánica. Hasta los más ajenos al tema escuchamos de comida preparada con ingredientes orgánicos, de ferias de productos orgánicos o incluso de ropa orgánica. No se diga si eres mamá o papá, sin duda debe haber llegado a tus ojos una tonelada de información vía internet acerca de lo que debe y no debe comer un bebé, y en consecuencia debes haber sufrido el ansia y el estrés provocado por la duda: ¿le estaré dando a mis hijos lo mejor?
Y créanme, si piensan que es una moda aquí, deberían ver con qué intensidad y seriedad se toman los gringos este asunto. De repente compañías como Monsanto o cadenas de comida chatarra como McDonald's son el mismísimo demonio, y no me lo tomen a mal, estoy completamente de acuerdo con crear conciencia de lo que comemos y de que no toda la comida es alimento. Pero también pienso que se pasa de intensa la gente que casi casi cree que si comes cosas que no son orgánicas, estás comiendo literalmente veneno y te vas a morir mañana.
Wikipedia define el alimento orgánico como producto agrícola o agroindustrial que se produce bajo un conjunto de procedimientos denominados "orgánicos". Estos procedimientos tienen como objetivo principal la obtención de alimentos sin aditivos químicos ni sustancias de origen sintético y una mayor protección del medio ambiente por medio del uso de técnicas no contaminantes.
Una idea que impera en la gente equis (como yo), es que no comemos comida orgánica porque es para ricos. Sé de buenas fuentes que los gringos tienen opciones accesibles, por ejemplo, en costco o en tiendas así normalitas, las marcas de siempre ofrecen su versión orgánica. Yo había escuchado alguna vez que aquí en México no se deben comprar productos orgánicos en el súper porque la sección donde éstos se encuentran maneja precios casi impagables. En vez de eso, tiene uno que ir a las ferias y mercados orgánicos de forma que se le pueda comprar el alimento directamente al productor y conseguir un mejor deal. Otra alternativa son las tiendas que se especializan en este tipo de productos y que presumiblemente manejan precios no tan jalados de los pelos.
Bueno. Asumiendo que no somos unos intensos con lo orgánico pero sí queremos hacer el esfuerzo por elevar la calidad de los alimentos que se consumen en nuestras casas, ¿qué tan factible es cambiar comida normalita por comida orgánica? ¿es pagable o impagable?
Les confirmo con gran tristeza que es impagable.
Por lo menos hablando de la carne de res y el pollo, que son dos de las cosas que a mí más me preocupan (no es ningún secreto que para que la industria sea más eficiente y rentable, se engorda a los animales de formas artificiales y todo lo que les meten nos lo acabamos comiendo en la carne), es una vacilada lo que te quieren cobrar las tiendas orgánicas, les pongo dos ejemplos sencillos:
Pechuga de pollo sin hueso.
Carnicería de confianza: $94 el kilo.
Tienda orgánica Best Health*: $260 el kilo.
Tienda orgánica Ecotienda**: $331 el kilo.
Bistec de res.
Carnicería de confianza: $106 el kilo.
Tienda orgánica Best Health: $250 el MEDIO kilo.
* Tienda ubicada en Patria No. 1520, Col. Villa Universitaria.
** Tienda ubicada en Morelos No. 2178, Col. Americana.
What. Tha. Fack. Los precios de la carne y el pollo orgánicos son más de 200 % más caros que los normales. ¿Quién va a pagar $260 por un kilo de pollo, en serio?
Y pues nada, mi conclusión fue que comprar en la carnicería de confianza es más barato y de mejor calidad que en el súper, y comprar carne orgánica es simplemente para ricos. Seguiremos consumiendo productos repletos de hormonas hasta que los productos orgánicos se abaraten o dupliquemos nuestros sueldos, lo que suceda primero.