lunes, 19 de agosto de 2013

Rey Raya: Blanco y náutico

Nombre: Rey Raya
Lugar: Guadalajara

Hace unas semanas fui a comer con unos amigos a un restaurant de pescados y mariscos que se llama Rey Raya. Está sobre Av. Las Rosas casi esquina con Tepeyac, si ustedes viven por ahí o acostumbran dominguear por la zona de la Glorieta Chapalita seguro lo han visto, ya que es todo blanco y se ve muy bonito por fuera.

Confieso que fue la apariencia lo que me atrajo en primera instancia. No conocía a nadie que hubiera ido ni había escuchado o leído ningún comentario al respecto, pero en serio me parecía tan blanco, tan náutico y tan bonito, que quería ir.


Pues llegamos a comer un viernes poquito antes de las 3 pm, y cuál va siendo nuestra sorpresa que estaba casi vacío. Muchas veces sucede que un restaurant rico dura los primeros meses soooolo y ya cuando se corre la voz, un buen día se pone de moda y se llena. Pero no estoy segura qué es lo que sucede con este lugar, porque sé que abrió hace ya varios meses, e incluso tienen las típicas promociones de chupe 2x1, pero quién sabe. Quizá todo se debe a una teoría que tengo que más adelante diré.

Yo estoy acostumbrada a que cuando como mariscos, suele ser en un ambiente más "palapero" e informal. Asociamos los mariscos o con playa, o cruda, o calor, o buchones, o borrachera, pero rara vez los asociamos a un lugar bien. Sí, ya sé que en los lugares bien generalmente hay un par de platillos de camarones, pescado o pulpo. Pero en serio, un restaurant especializado en pescados y mariscos, y que sea más formalito que palapero... se me ocurren pocos ejemplos.

Pero eso precisamente fue lo que se me hizo cool del Rey Raya. Los conceptos de los platos me parecieron chidos, y además de todo sí se me hizo bueno. Probamos de entrada el aguachile de atún (si les gusta el atún crudo, ésta es otra opción de comerlo además del atún tártaro tipo sashimi que casi siempre comemos) que estaba de excelentes bigotes y unas empanadas de las que no me puedo quejar.


Como plato fuerte, yo comí callo de hacha envuelto en tocino sobre una cama de puré de remolacha, muuy rico. Mis amigos comieron pulpo, pero se quejaron un poco de la consistencia. Yo en lo personal no como pulpo (guácala las ventosas), pero sé que es toda una ciencia concinarlo para que no quede gomoso, así que a lo mejor eso les falló.

Un plus: les comento que la selección de música me sorprendió gratamente porque sonaban bandas como Phoenix, y la atención fue más que adecuada (hubiera sido el colmo que no, ya que éramos casi los únicos jaja).

No sé por qué como que a los tapatíos no nos gusta comer mariscos si no es bajo los supuestos que mencioné arriba en este post. Si pones un lugar de carnes, fusión, italiano o alguno de esos conceptos pegadores, seguro es un éxito, pero fíjense por ejemplo en el Santo Mar de Andares, digo no se me hace muuuy rico pero tampoco malo, y casi siempre se ve vacío mientras los que están alrededor se hiper llenan. Y esa es la teoría de la que hablaba, ya que platiqué de este tema con mi mamá y me contestó muy segura: "en Guadalajara somos de comer carne, no marisco". No sé, a lo mejor es eso.

En conclusión, no sé cuánto tiempo más vaya a durar este lugar, pero si son amantes de los mariscos vayan, sirve que aprovechan el 2x1 en chupe.

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